La tregua de Mario Benedetti
Me revientan los aniversarios, las alegrías y las penas a plazo fijo. Me parece deprimente, por ejemplo, que el 2 de noviembre debamos llorar a coro por nuestros muertos, que el 25 de agosto nos emocionemos a la simple vista de la bandera nacional. Se es o no se es, no importa el día.
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