La gatta bianca de Marie-Catherine d`Aulnoy
A menudo, la hermosa Gata componía versos y cancioncillas de un estilo tan apasionado que daban a entender la ternura de su corazón y que era imposible que hablase como lo hacía sin estar enamorada, pero su secretario - que era un gato viejo - escribía tan mal que, pese a haberse conservado sus obras, es imposible leerlas.
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