Me verás caer de Mariana Travacio
Mientras las letras se me escapan, ahora, por los márgenes de las páginas, y quiero asirlas y no puedo.
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Calificación promedio: 5 (sobre 31 calificaciones)
/Relatos inteligentes e irónicos sobre mujeres que afrontan momentos de ruptura. Después de sus aclamadas novelas Como si existiese el perdón y Quebrada, que la consolidaron como una de las escritoras más personales de las letras latinoamericanas actuales, Mariana Travacio nos revela en Me verás caer una nueva faceta de su original obra. Relatos inteligentes e irónicos, protagonizados por mujeres que afrontan un momento de ruptura en sus vidas y anhelan desandar sus historias fallidas. Así, entre un pasado más luminoso y un futuro incierto, los personajes de estos cuentos, madres, hijas y amigas, transitan por el presente como equilibristas sobre la cuerda floja. Un caudal subterráneo entrelaza estas historias y emerge al compás de la fuerza torrencial que distingue la escritura de Travacio.
Me verás caer de Mariana Travacio
Mientras las letras se me escapan, ahora, por los márgenes de las páginas, y quiero asirlas y no puedo.
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Me verás caer de Mariana Travacio
Mira el cielo: no hay nubes, ni una sola, nada lo cubre: se siente en un desierto: un lugar ideal para morir.
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Quebrada de Mariana Travacio
Y me cuesta, porque esta tierra será poca cosa, pero acá nacimos y acá somos quienes somos. Si nos vamos, tendremos que ir por ahí explicando que de dónde venimos y para dónde vamos. Y eso no da mucho aliento.
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Como si existiese el perdón de Mariana Travacio
Y nos contó que a él también le costó reconocerlo, no solo porque estaba más viejo, sino porque lo encontró achicado, como si sus batallas le hubieran consumido el cuerpo y lo hubieran dejado así, con el mero esqueleto envuelto en esa piel marchita. Y dice que al final lo reconoció donde se reconoce la gente: lo encontré en los ojos, dijo, los tiene gastados, pero al fondo de la mirada todavía se lo encuentra.
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Como si existiese el perdón de Mariana Travacio
Me pedía siempre que la dibujara a ella. Pero yo le explicaba que no. No, Luisa, no puedo dibujarte. Solo dibujo el rencor.
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Como si existiese el perdón de Mariana Travacio
Yo quería volver, pero desde que supe la historia de mis padres, quería volver con más ganas, como si el nudo que tenía en el estómago se transformara en viento y me soplara por dentro.
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Quebrada de Mariana Travacio
La única certeza que tengo hoy, padre, es que muy pronto nos iremos de esta tierra. Y me cuesta, porque esta tierra será poca cosa, pero acá nacimos y acá somos quienes somos. Si nos vamos, tendremos que ir por ahí explicando que de dónde venimos y para dónde vamos
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Quebrada de Mariana Travacio
A veces me da por pensar que tener una familia es volver a casa y saber que alguien te espera.
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Me verás caer de Mariana Travacio
Podríamos derrumbarnos así: un derrumbe clásico, rápido y efectivo: un auténtico disparo. Pero no. Nos despedazamos por etapas, lentamente, en aleteos moribundos, hasta convertirnos en las piezas sueltas de un juguete irreparable.
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Quebrada de Mariana Travacio
Dicen que la tierra no se abandona. Que si uno se va, los muertos se quedan sin nombre, y se acaban confundiendo, porque ya nadie se les acerca a recordarles ni quiénes eran, ni qué decían, ni qué les gustaba.
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