La Nación de las Bestias: El Señor del Sabbath de Mariana Palova
No me creerían si aseguraba que veía demonios, sin embargo, yo sí podía estar poseído por uno de ellos. Desde entonces, supe que el mundo era el que estaba loco y que mentir sería la única manera en la que podría encajar en aquella realidad absurda.
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