Después de muchos inviernos de Marian Izaguirre
Por un instante pienso en la maldad que habita en cada uno de nosotros. Es inexpugnable y clandestina, siempre latente a la espera de que las circunstancias los despierten. No sabemos lo verdaderamente malos que podríamos llegar a ser hasta que nos vemos frente a una situación que desafía nuestras convicciones.
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