Love is in the air de Mariah Evans
(…) Desde allí podía observar a la tripulación y, concretamente, la espalda de Chase. Se le veía tan guapo, tan atractivo… que si no fuese tan fanfarrón sería perfecto. Muchas dirían que su comportamiento tenía encanto, que denotaba seguridad en sí mismo, y no lo negaba, sabía que era buen chico y que gran parte de las cosas que le decía eran bromeando, pero por otro lado la ponía de los nervios.
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