La biblioteca de fuego de María Zaragoza
Después de todo lo que había visto, no debí espantarme, pero pensé que tras quemar los libros amados, nada la detendría a la hora de quemar a las personas que amaba.
|
La biblioteca de fuego de María Zaragoza
Después de todo lo que había visto, no debí espantarme, pero pensé que tras quemar los libros amados, nada la detendría a la hora de quemar a las personas que amaba.
|