Un destino propio de María Montesinos
Desde que estudio aquí, con catedráticos que no dudan de nuestra capacidad para aprender las mismas materias que enseñan a sus alumnos de la lnstitución Libre de Enseñanza, me he dado cuenta de que jamás podría ni querría renunciar a mi condición de mujer; no hay nada malo en nosotras, al contrario. Mas bien son ellos, aquellos que nos consideran inferiores y débiles de espíritu, los que deben tener algo mal en su interior.
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