La fragilidad de un corazón bajo la lluvia de María Martínez
En realidad, las cosas no suelen ser tan complicadas como parecen entre las personas. Todo se reduce a estar ahí cuando te necesitan. A comprender, escuchar y, lo más importante y que apenas valoramos, abrazar. Porque no hay nada que no arregle un abrazo que nace del corazón. Uno de esos que duele darlo, y recibirlo, que logra que tus costillas protesten y tu alma tiemble.
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