Cuando no queden más estrellas que contar de María Martínez
Me gusta pensar que somos como un puzle dentro de una caja. Un montón de piezas a la espera de que llegue alguien que nos ayude a encajar. Alguien que nos mueva, nos pruebe y nos gire, hasta conectar cada parte y formar de nuevo una imagen completa. Alguien capaz de moldear nuevas piezas para reemplazar las que se hayan perdido.
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