Epistolario del exilio de María de la O Lejárraga
Las mujeres callan porque, aleccionadas por la religión, creen firmemente que la resignación es virtud; callan por miedo a la violencia del hombre, callan por costumbre de sumisión; callan en una palabra, porque en fuerza de siglos de esclavitud, han llegado a tener el alma de esclavas.
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