El tatuaje del faro de María Laso
Tercer y último propósito (tampoco es cuestión de hacerme una lista interminable que luego no sea capaz de llevar a cabo): «dejar de preocuparme por la gente que no se preocupa por mí», el tiempo es muy importante y no puedo perderlo, como lo he hecho hasta ahora, con gente egoísta que solo se mira su propio ombligo y cree que los demás no tenemos problemas o agobios. A partir de ahora, pensaré solo en aquellos que siempre han estado ahí, a las duras y las maduras, en mi familia y en mí.
|