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María Dueñas
“Las mujeres distinguimos perfectamente cuándo un hombre nos mira con interés y cuándo, sin embargo, lo hace como el que ve un mueble.”
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María Dueñas
“Transitábamos como si no hubiera un ayer ni un mañana. Como si tuviéramos que consumir el mundo entero a cada instante por si acaso el futuro nunca quisiera llegar.”
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La templanza de María Dueñas
—Dentro del roble se realiza el milagro de lo que aquí llamamos la flor: un velo natural de organismos diminutos que crece sobre el vino y lo protege, lo nutre y le da fundamento. Gracias a ella se consiguen los requisitos de las cinco efes que siempre se ha considerado que deben cumplir los buenos vinos: fortia, formosa, fragantia, frígida et frisca. Fuertes, hermosos, fragantes, frescos y añejos.
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El temps entre costures de María Dueñas
Transitamos como si no hubiera un ayer ni un mañana. Como si tuviéramos que consumir el mundo entero a cada instante por si acaso el futuro nunca quisiera llegar.”
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Sira de María Dueñas
Aún así, tuve la sensación de que algo las unía y por unos instantes sospeché con ingenuidad que quizá dentro de las venas de las súbditas de su graciosa majestad corría una sangre distinta a la nuestra: no recordaba haber conocido a ninguna compatriota española tan osada, expeditiva y resuelta. Aunque quizá todo se debía, concluí , a que a ellas nunca les había amordazado nadie el pensamiento.
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Sira de María Dueñas
Por duros que fueran los tiempos y amargas las circunstancias, por recios que soplaran los vientos, todo lo que nos tuviera previsto el destino íbamos a pasarlo juntos.
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Sira de María Dueñas
Yo, que apenas tenía escuela y que me crié en un hogar en el que jamás entró ni un solo libro, me volqué ahora en leer, releer, traducir y contrastar, copiar , tachar y componer listas, y de vez en cuando arrancar hojas de los cuadernos haciendo bolas compactas. Así, hasta que conseguí una masa de contenidos relativos a mi país que me pareció coherente, transitando entre la geografía y la gastronomía, los mares que nos bañaban, la música que entonábamos y los monarcas que nos habían reinado con más o menos gloria.
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El tiempo entre costuras de María Dueñas
Atracción, duda y angustia primero. Abismo y pasión después.
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El tiempo entre costuras de María Dueñas
Nuedtros destinos pudieros ser éstos o pudieron ser otros del todo distintos por que de lo que nosotros fue en ningún sitio quedó recogido
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El tiempo entre costuras de María Dueñas
Larga y escarpada es la senda de la vida. Me sentí bailando a ciegas en el filo de un precipicio. Así de perra es la suerte: a veces te deja que ganes y otras veces te escupe en la cara y te obliga a perder. A veces, los límites de las cosas son elásticos e imprecisos, que pueden moverse, desdibujarse o diluirse hasta desaparecer como la tinta en el agua.
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La templanza de María Dueñas
—Después de tantos años peleando, uno no se acomoda fácilmente a ver las cosas desde la distancia, ¿sabes? El cuerpo te pide otros retos, otras aventuras. Te vuelves ambicioso, te resistes a parar.
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La edad de la inocencia