La templanza de María Dueñas
—Dentro del roble se realiza el milagro de lo que aquí llamamos la flor: un velo natural de organismos diminutos que crece sobre el vino y lo protege, lo nutre y le da fundamento. Gracias a ella se consiguen los requisitos de las cinco efes que siempre se ha considerado que deben cumplir los buenos vinos: fortia, formosa, fragantia, frígida et frisca. Fuertes, hermosos, fragantes, frescos y añejos.
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