Emily L. de Marguerite Duras
Aquel poema parecía haber sido escrito para hacer daño al Capitain. Peor aún: en el poema se ignoraba al Capitain [...] pensó qué había podido hacer para desmerecer hasta aquel punto a los ojos de su mujer, y también qué es lo que hubiera debido hacer para que su existencia se indicara en el poema, aunque fuera de un modo alusivo y muy lejano. Y después descubrió la verdad, a sus ojos abominable, a saber: que en el universo de aquella mujer, él nunca había existido, ni lo haría jamás.
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