El cuento de la criada de Margaret Atwood
En determinadas circunstancias, puede pasar cualquier cosa en cualquier lugar.
|
El cuento de la criada de Margaret Atwood
En determinadas circunstancias, puede pasar cualquier cosa en cualquier lugar.
|
El cuento de la criada de Margaret Atwood
La necesidad de lo que yo llamaría "servicios de nacimiento" ya fue reconocida en el período pregileadiano, donde se realizaban, de forma inadecuada, mediante inseminación artificial, clínicas de fertilidad y el uso de madres de alquiler, que eran contratadas con este propósito. El régimen de Gilead proscribió las dos primeras por considerarlas contrarias a los preceptos religiosos, pero legitimó y estimuló la tercera por entender que tenía precedentes bíblicos.
|
El cuento de la criada de Margaret Atwood
Fue después de la catástrofe, cuando le dispararon al presidente, ametrallaron el Congreso y el ejército declaró el estado de excepción (...) Fue entonces cuando suspendieron la Constitución. Dijeron que sería algo transitorio. |
El cuento de la criada de Margaret Atwood
Lo normal...es aquello a lo que te acostumbras. Tal vez no os parezca normal, pero al cabo de un tiempo os acostumbraréis. Y se convertirá en algo normal
|
El asesino ciego de Margaret Atwood
Hace mucho tiempo murmuré «Quiero morir», y de pronto me doy cuenta de que ese deseo se verá irremediablemente cumplido, y más pronto que tarde. No importa que haya cambiado de idea al respecto.
|
El asesino ciego de Margaret Atwood
Ahora pienso que era más complicado que eso. Quizá se trata de una advertencia, de una carga incluso. Aunque el amor estuviera en el fondo, seguro que había mucho apilado encima, y ¿que encontraría si excavaba? No un simple regalo, oro puro y reluciente, sino algo antiguo y posiblemente nefasto, como un amuleto de hierro oxidándose entre huesos viejos. Una especie de talismán, ese amor, pero pesado; un objeto pesado para llevarlo siempre encima, colgado de una cadena de hierro alrededor de mi cuello.
|
El cuento de la criada de Margaret Atwood
Todas las paredes están cubiertas de estanterías con libros. Y están llenas de libros. Libros, libros y más libros perfectamente a la vista, sin llaves ni cajones. No me extraña que no podamos entrar aquí. Esto es un oasis de lo prohibido. Intento no dejar la mirada fija en ellos.
|
El cuento de la criada de Margaret Atwood
Un cuento es como una carta. Querido, diría. Sólo querido, sin nombre. Porque si agregara tu nombre, te agregaría al mundo real, lo cual es más arriesgado y más peligroso: ¿quién sabe cuáles son tus posibilidades de supervivencia? Diré querido, querido, como si fuera una antigua canción de amor. Querido puede ser cualquiera. Querido pueden ser miles. |
Por último, el corazón de Margaret Atwood
Han mejorado las celdas de la prisión y, aunque han intentado mantener la idea general, les han añadido bastantes comodidades. ¡Nadie les está pidiendo que viva en una cárcel de las de antes!
|
La semilla de la bruja de Margaret Atwood
Si no eres nadie no puedes ser alguien a no ser que seas otro.
|
El asesino ciego de Margaret Atwood
¿Por qué tenemos tanto interés en inmortalizarnos? Incluso cuando todavía vivimos. Deseamos reafirmarnos, como los perros que orinan en las bocas de incendios. Exhibimos fotografías enmarcadas, nuestros diplomas de pergamino, nuestras tazas de plata; bordamos nuestras letras en las sábanas, grabamos nuestros nombres en los árboles, los garabateamos en las paredes de los retretes. Todo responde al mismo impulso. Qué esperamos de ello? ¿Aplausos, envidia, respeto? ¿O sencillamente atención, de la clase que sea? Como mínimo queremos un testigo. No soportamos la idea de que nuestras voces se callen para siempre, como una radio que se apaga. |
El cuento de la criada de Margaret Atwood
Y en ocasiones ocurría, por una vez. Esa clase de amor viene y se va y después es difícil recordarlo, como el dolor. Un día mirabas a ese hombre y pensabas Te amé, y lo pensabas en tiempo pasado, y te sentías maravillada porque haberlo hecho era una tontería, algo sorprendente y precario (...)
|
El cuento de la criada de Margaret Atwood
Mientras leo, el Comandante se queda sentado y me observa, sin decir nada, pero también sin quitarme los ojos de encima. El acto de mirarme es un acto curiosamente sexual, y mientras él lo hace me siento desnuda. Me gustaría que se girara de espaldas, que se paseara por la habitación, que también él leyera algo. Entonces quizá podría relajarme más, tomarme mi tiempo. En cambio así, este ilícito acto de leer parece una especie de representación.
|
El cuento de la criada de Margaret Atwood
Debe de haber algo que él desea de mí. Desear es tener alguna debilidad. Es esta debilidad, fuera la que fuese, lo que me atrae. Es como una pequeña grieta en una pared hasta ahora impenetrable. Si pego el ojo a ella, a esta debilidad suya, tal vez sea capaz de ver claramente cómo debo actuar. Quiero saber lo que quiere. |
El cuento de la criada de Margaret Atwood
Detengámonos en este punto. Tengo la intención de salir de aquí. Esto no puede durar toda la vida. Otros han pensado lo mismo anteriormente, en épocas malas, y siempre tuvieron razón, salieron de una u otra forma, y no duró toda la vida. Aunque para ellos haya durado toda su vida.
|
El cuento de la criada de Margaret Atwood
Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados. Nadie decía cuándo. |
El cuento de la criada de Margaret Atwood
Lo que temen no es que nos escapemos —al fin y al cabo no llegaríamos muy lejos— sino esas otras salidas, las que puedes abrir en tu interior si tienes una mente aguda.
|
El cuento de la criada de Margaret Atwood
Mejor nunca significa mejor para todos, comenta. Para algunos siempre es peor.
|
La semilla de la bruja de Margaret Atwood
- Los demás hablan muy mal de él. - Pero nadie es sólo el total de lo que dicen los demás. Todo el mundo tiene dos capas. |
El cuento de la criada de Margaret Atwood
...Pero recuerda que el perdón también es un signo de poder. Implorarlo es un signo de poder, y negarlo o concederlo es un signo de poder, tal vez el más grande.
|
¿En qué año se publicó originalmente?