Por último, el corazón de Margaret Atwood
Han mejorado las celdas de la prisión y, aunque han intentado mantener la idea general, les han añadido bastantes comodidades. ¡Nadie les está pidiendo que viva en una cárcel de las de antes!
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Por último, el corazón de Margaret Atwood
Han mejorado las celdas de la prisión y, aunque han intentado mantener la idea general, les han añadido bastantes comodidades. ¡Nadie les está pidiendo que viva en una cárcel de las de antes!
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