Marcos Chicot
Se tumbó junta al cuerpo cálido de Leónidas. Al cabo de un momento, su hijo se movió sin abrir los ojos y se acurrucó como un cachorro contra ella.
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Marcos Chicot
Se tumbó junta al cuerpo cálido de Leónidas. Al cabo de un momento, su hijo se movió sin abrir los ojos y se acurrucó como un cachorro contra ella.
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