Huérfanos de Dios de Marc Biancarelli
Fue como si la transportasen, como si el futuro la asaltara con su potencia y horror, a través de una cascada de imágenes tenebrosas, que resonaban en su interior como advertencias y, al mismo tiempo que sentía un nudo en el estómago, la recorría un escalofrío de una fuerza desconocida, que parecía querer que crepitara en una especie de éxtasis como nunca había conocido, en el que el miedo sordo a la nada se mezclaba con la intensa presencia de su cuerpo entregado a la más ambigua de las excitaciones.
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