Alegría de Manuel Vilas
La democracia trajo gobernantes con pelo en la cabeza. Incluso con patillas, porque de joven Felipe González tenía patillas, o yo lo recuerdo con patillas. La dictadura es calva y la democracia melenuda, vuelvo a reírme. Desde el punto de vista anatómico e iconográfico, la democracia trajo cuerpos de gobernantes de más altura. Franco era regordete y pequeño de estatura. Suárez y Felipe al menos medían, calculo, un metro setenta y cinco y estaban delgados. Raroy y Rodríguez Zapatero son altos, superan el metro ochenta. Franco media un metro sesenta y dos, algo así. La democracia trajo cuerpos más esbeltos, cuerpos mejores. Si tu presidente no está gordo ni calvo, eso te motiva, eso te ayuda en la vida. Te ayuda mucho. Yo creo que el mismísimo Dios maldijo a Franco (precisamente Dios, al que Franco tanto invocaba)dándole calvicie y sobrepeso y pequeñez. También pudo ser que la calvicie, el sobrepeso y la pequeñez fueran los atributos que más hacian confiar en Franco. Puede que el bigote fuese el broche definitivo de su aspecto físico. Ese bigote se llevó por delante cuarenta años de la historia de España. Pudo tratarse de un bigote mágico, un bigote con suprapoderes. |