Aire Nuestro de Manuel Vilas
Hoy la destrucción social de una persona es más importante que su destrucción física, es decir, que su muerte. La muerte no tiene contenido. La gente elige destruir socialmente al adversario, pero no matarlo. Sólo se mataba cuando el mundo aún tenía una dimensión moral o estética, cuando el mundo eran cuatro casas; se mataba en el siglo XIX. En los siglos XX y XXI se destruye socialmente.
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