El retrato amarillo de Manuel Mujica Lainez
De día, el jardín permanecía estático, sensible sólo al capricho de la brisa o del viento, pero de noche se acercaba a la casa, la ligaba, la ceñía con su ramazón, sus tallos y sus hojas.
|
El retrato amarillo de Manuel Mujica Lainez
De día, el jardín permanecía estático, sensible sólo al capricho de la brisa o del viento, pero de noche se acercaba a la casa, la ligaba, la ceñía con su ramazón, sus tallos y sus hojas.
|