Veinte de Manel Loureiro
Caminando con la prudencia de un gato, el muchacho fue pasando por delante de puertas y pasillos que algún olvidado constructor medieval había trazado mil años atrás.
|
Veinte de Manel Loureiro
Caminando con la prudencia de un gato, el muchacho fue pasando por delante de puertas y pasillos que algún olvidado constructor medieval había trazado mil años atrás.
|