The Raven Boys: el tercer durmiente de Maggie Stiefvater
Blue lo intentó en el baño, que servía también de lavadero y de cocina. Al fondo había una lavadora y una secadora apiladas, con las puertas abiertas; al lado, el lavabo estaba invadido de calcetines puestos a secar en el borde o simplemente arrojados allí. Una nevera pequeña parecía cernerse sobre el váter. Cerca, sobre un plato de ducha no muy limpio, colgaba un cabezal de ducha conectado a una manguera de goma; la cortina de alrededor estaba sujeta al techo mediante trozos de sedal. Algo más allá había una visión inquietante: varias bolsas abiertas de patatas fritas que quedaban al alcance de la mano de alguien sentado en el váter.
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