The Raven Boys: el tercer durmiente de Maggie Stiefvater
Blue retiró la mano bruscamente, consciente de que Cala era tan capaz de captar pensamientos en los humanos como en las almohadas. Sin embargo, a Cala no le hacía falta ningún don de videncia para adivinar que la expresión tranquila y razonable de Blue no se correspondía con el fuego que ardía en su interior. Las clases estaban a punto de comenzar, el amor se respiraba en el aire, y la madre de Blue había desaparecido hacía más de un mes en una misteriosa búsqueda que solo ella conocía, dejando atrás a su nuevo —y homicida— pretendiente. Blue era un huracán a punto de golpear la costa.
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