Sigo aquí de Maggie O'Farrell
Lo supe instintivamente a los diecisiete años. Esa corriente incontestable de novedades, el estímulo de un territorio ignoto, la sobrecarga de lo desconocido, todas las sinapsis disparando, conectando, enviando señales, abriendo vías nuevas. Nunca olvidaré aquel trayecto entre el aeropuerto y el centro de Roma, la primera impresión de la ciudad. Y nunca perderé la emoción que suscita el viaje. Sigo deseando el impacto físico y mental de estar en un sitio nuevo, de bajar las escalerillas del avión y encontrarme con otro clima, caras diferentes, lenguas distintas.
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