Un ensayo doloroso y hermoso. Un ajuste de cuentas y un juego donde se entremezcla la vida y el lenguaje. Un recorrido vital que nos deja perplejos, asombra e incomoda a partes iguales. Un libro fascinante.
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Un ensayo doloroso y hermoso. Un ajuste de cuentas y un juego donde se entremezcla la vida y el lenguaje. Un recorrido vital que nos deja perplejos, asombra e incomoda a partes iguales. Un libro fascinante.
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Una inmersión de prosa poética metafísica que avanza a retales profundizando sobre el color azul, sobre la fragilidad de la sensiblidad humana y la herida existencial de la supervivencia al caos, a la tristeza y a la ausencia. La escritura es auténtica, elegante y lúcida. Con un toque de modernismo, la complejidad de la narrativa es humilde pero sorprendente, rozando la crueldad conceptual de no perdonar nada del mundo, ninguna concesión, desde la estritura que nace conscientemente de la sensibilidad como si fuera un acto político necesario, un ataque y una negación a cualquier tipo de tranquilidad o salvación última. Y sin embargo, deja las cosas como están, es un libro que es como las olas del mar, siempre vas a llamarlas de nuevo para que te arrastren. |
Creo que hacerle una reseña justa a este libro es extremadamente difícil. ¿Es Bluets un libro que habla sobre el color azul? Sí ¿Es un libro que sólo habla del color azul? Nada más lejos de la realidad. Así que ¿cómo hablar de Bluets, del color azul y sus metáforas, y de la escritura híbrida, extraña, rara, de Maggie Nelson? Pues no lo sé. Yo sólo se que engancha, que las relaciones que hace siempre son sorprendentes, que te lleva de un párrafo a otro a través de datos, imágenes, sensaciones, sin que te de tiempo a pestañear. Que a través del color azul habla de la tristeza, del amor, del dolor, de la amistad y de muchas otras cosas. Que Maggie Nelson tiene una escritura fascinante, muy propia, muy especial. Que escritoras como Heather Christle seguro que se inspiraron en Nelson para hablar de sus lágrimas. Que yo nunca pensé que un libro que habla, en teoría, sobre el color azul, me fuese a gustar tanto. Que yo a esta señora la amo y pienso leer todo lo que escriba, y me da igual si habla del color azul o enumera su lista de la compra. Estoy segura de que Maggie Nelson encontraría cosas fascinantes que contarnos a través de ella. "Para Platón, el color era un narcótico tan peligroso como la poesía. Quería que ambos fueran expulsados de la República. Denominó a los pintores 'mezcladores y amoladores de drogas multicolores' y al color mismo, una especie de pharmakon." Pues eso. Más Maggie Nelson y menos Platón. + Leer más |
¿Porque saben que en la Luna se puede extraer helio-3?