La luz entre los océanos de
M.L. Stedman
Los océanos nunca paran. No se conocen principio ni fin. El viento nunca cesa. A veces desaparece, pero sólo para tomar impulso en algún otro sitio y volver a lanzarse contra la isla (…) aquí la existencia es a escala gigantesca. El tiempo se mide en millones de años; las nocas que desde lejos parecen dados lanzados contra la costa son peñascos de varios metros de contorno, erosionados a lo largo de milenios, volcados sobre un costado, de modo que los estratos se convierten en rayas verticales.