Batalla de reyes de M. K. Hume
Cualquier viaje en carro es lento, tedioso e incómodo, pues las perezosas ruedas de madera parecen desencajar todos los huesos y músculos del cuerpo. El carro de granja que Eddius les había prestado era más aparatoso si cabe de lo normal, pues carecía incluso de plataforma plana, ya que lo habían construido en forma de gran uve para transportar grano o heno. Los dos sanadores envolvieron sus delicados instrumentos en mantas de lana para protegerlos, pero nada podía ahorrar a sus cuerpos las crueles sacudidas provocadas por los baches de los caminos rurales que los llevaban al campamento de Vortigern.
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