El monasterio de Luis Zueco
—Ese monte te atrae como el canto de una sirena, hay veces que parece que hasta te susurra —suspiró—. Tened en cuenta que desde aquí hasta los Pirineos no hay ninguna otra montaña y domina la frontera con los reinos de Navarra, Castilla y Aragón. Cuando los viajeros lo ven a leguas de distancia, se acercan a él atraídos por algo que nadie sabe explicar.
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