En el nombre de Padre de Luis Salvago
-Los animales matan, las enfermedades matan, los asesinos matan. Sólo la creencia en una idea nos separa del asesinato. Esa idea podría ser Dios -dijo interrumpiéndose para tragar saliva-. Pero Dios no existe, hijo. Ya lo sabes ¿verdad?. Dios es una excusa. De modo que solo nos quedan nuestras convicciones, nuestra fe en esa idea: por ella se muere, y por ella otros entregan la vida. Son esas certezas las que suponen la diferencia, las que nos otrogan una autoridad moral sin la que, efectivamente, la muerte sería un asesinato
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