Toda la soledad del centro de la Tierra de Luis Jorge Boone
Delante de nosotros van nuestros fantasmas. Caminan con pasitos quietos, casi no se mueven, o es el mundo el que gira ya sin ellos. Son una plegaria, una oración a un dios que ya se cansó de oírnos, una pesadilla que casi tocamos, que se nos acerca mucho, mucho, con los ojos cerrados, y los abre y despertamos. |