La cruz de Euge de Luis A. D. Mirado
Y tú a lo mejor no eras consciente, pero la nube de palabras en el hueco de mi alma que te albergaba, contenía, referidos a tu persona, varios conceptos que se sorprendían mutuamente…: madurita, alegre divorciada, falsa diabética, pía… Así que mi actitud era la del que espera ansioso una sorpresa más. Verás, Euge, yo tenía una fe inagotable en que la fascinación que empezabas a ejercer sobre mí, duraría para siempre.
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