Jane Austen en la intimidad de Lucy Worsley
Cuesta resistirse a identificar a Anne con Jane, una tentación que la hermana de la escritora no hizo sino incrementar. Cassandra, por lo general tan circunspecta y reservada, nos ofrece un raro atisbo de sus propios sentimientos en relación con la vida de Jane, quizás con un regustos triste después de tanta prudencia y tantos amores perdidos. En su ejemplar personal de Persuasión, Cassandra señaló esta frase: «La obligaron a ser prudente en su juventud, aprendió a ser romántica con el paso de los años; consecuencia natural de un comienzo antinatural». «¡Queridísima Jane! —comentó Cassandra al respecto—, eso merece ser escrito en letras de oro». |