Ana, la de Tejas Verdes. Ana, la de la Isla de Lucy Maud Montgomery
—Todo está cambiando… o va a cambiar —espetó Diana tristemente—. Ana, tengo la sensación de que las cosas ya nunca volverán a ser iguales. —Parece que hemos llegado a una encrucijada de caminos —murmuró Ana pensativa—. Teníamos que llegar. |