Ana de Tejas Verdes de Lucy Maud Montgomery
Oh, ¿no son espléndidas esas gaviotas? ¿Le gustaría ser gaviota? A mí me encantaría. Debe de ser maravilloso despertarse al amanecer y zambullirse en el agua, y así, durante todo el día. Y luego, por la noche, volar de nuevo al nido.
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