Ana, la de Álamos Ventosos de Lucy Maud Montgomery
Éramos como hermanas. Yo solía pasar mucho tiempo en la casa de los Luckley y adoraba ese lugar. He soñado muchas veces que volvía. Mamá dice que me estoy haciendo vieja para soñar. Señorita Shirley, ¿cree que soy demasiado vieja para hacer tal cosa? —Nadie es nunca demasiado viejo para soñar. Y los sueños nunca envejecen. |