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La habitación de las mariposas de Lucinda Riley
Recuerda cariño, que por lo que uno tira otro suspira
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La hermana sol de Lucinda Riley
Quería llegar a este libro para ver si se descubría más cosas de Pa pero mi gozo en un pozo... La vida de esta hermana es bastante tortuosa ambientada en Manhattan y en Africa. La historia me ha gustado bastante pero me espera más descubrimientos. Alguien más piensa que Pa está vivo?? Qué habrá en la puerta oculta del sótano?? Esperando el último libro. |
La habitación de las mariposas de Lucinda Riley
Todo pende de un equilibrio delicado. El pequeño aleteo de una mariposa puede tener un efecto devastador en el resto del mundo.
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La hermana perla de Lucinda Riley
Debemos intentar asumir la responsabilidad de nuestras propias acciones, pero no podemos responsabilizarnos de las de los demás. Tienden a enredarse de forma insidiosa en torno a nuestros destinos, como la hiedra. En este mundo nada existe al margen de lo demás.
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Las siete hermanas: La historia de Maia de Lucinda Riley
Todos pensamos que nuestros errores son los peores precisamente porque los hemos cometido nosotros. Todos vivimos bajo el yugo de la culpabilidad que nos provocan nuestras acciones.
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La hermana sol de Lucinda Riley
[...] no consumir implicaba volver a tener cerebro, lo que significaba que tenías que enfrentarte a ti misma y a quién eras y, bueno..., eso era una mierda.
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La hermana tormenta de Lucinda Riley
Debo reconocer que al principio me enganchó pero cuando saltó a la historia de anna me comenzó a despreocupar. Aún así seguí leyendo y terminó por engancharme completamente todas las historias. Me encanta el giro que da, la desunión de historias y al mismo tiempo la Unión entre cada una de ellas. Recomiendo completamente el libro y ya estoy deseando seguir con el resto (este ha sido el primero que me he leído de la saga). Gracias por tu libro Lucinda! |
La hermana sol de Lucinda Riley
Esa es la clave de vivir en África: respetar aquello que ya estaba aquí antes. Tanto a la gente como a los animales.
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La hermana sol de Lucinda Riley
De todos modos, ¿quién quiere vivir hasta los ochenta años? ¡Toda la gente mínimamente divertida que he conocido ya está muerta!
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La hermana sol de Lucinda Riley
Esa es la clave de vivir en África: respetar aquello que ya estaba aquí antes. Tanto a la gente como a los animales.
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La hermana sol de Lucinda Riley
Era algo que siempre había en cuenta: en Estados Unidos, la llamada «alta sociedad» estaba formada por hombres de negocios y banqueros. Los títulos nobiliarios habían sido otorgados a las familias que poseían las mayores fortunas y no a las que eran de sangre azul. No es que aquello tuviera nada de malo, pero, a diferencia de Europa, en la tierra de la libertad no había flores ni duques ni príncipes.
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La hermana sol de Lucinda Riley
—Bueno, la palabra griega para ámbar eran elektron, y cuenta la leyenda que los rayos del sol fueron atrapados dentro de la piedra. Un filósofo griego se fijo en que si se frotaban dos trozos de ámbar entre ellos, creaban una ficción que a su vez creaba una energía... Tu nombre no podría encajar mejor contigo.
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El secreto de Helena de Lucinda Riley
Entonces la beso, y su respuesta es igual de apasionada. Y mientras escucho la música alcanzar su punto culminante por encima de nuestras cabezas, tengo la certeza de que nuestro baile de la vida no ha hecho más que empezar. Simplemente. Es. Así. |
El secreto de Helena de Lucinda Riley
La vida es como una sucesión de fichas de dominó cayendo una tras otra, todo está conectado. La gente dice que puedes deshacerte del pasado, pero no es cierto, porque forma parte de quién eres y de en quién te convertirás.
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La carta olvidada de Lucinda Riley
—No hay más que hablar, entonces. El amor nos empuja a tomar las decisiones más imprudentes, y a menudo erróneas, como ya ha visto.
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El secreto de Helena de Lucinda Riley
No me extraña que las mujeres se burlen de los hombres por no "conectar" con sus emociones ¿Cómo vamos a conectar si ni siquiera nos dejan enviar una carta a nuestros sentimientos y no digamos llamarlos por teléfono o -horror de los horrores- visitarlos en persona, permitiendo así que se abran nuestros conductos lagrimales.
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La hermana luna de Lucinda Riley
-Por supuesto que sí, Tiggy, pero, como he tratado de enseñarte, todo lo bueno debe tener un final.
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La hermana luna de Lucinda Riley
—¿Venderla después de trescientos años siendo propiedad de los Kinnaird? —Puso los ojos en blanco y soltó una risita—. ¡Todos los fantasmas de la familia me perseguirían de por vida! Y si no por otra razón, tengo que intentar cuidarla al menos por Zara, mi hija. Le encanta ese lugar. Tiene dieciséis años y, si pudiera, dejaría el instituto mañana y se iría a trabajar a Kinnaird a tiempo completo. Le he dicho que primero tiene que completar sus estudios.
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Gregorio Samsa es un ...