La hermana sol de Lucinda Riley
Era algo que siempre había en cuenta: en Estados Unidos, la llamada «alta sociedad» estaba formada por hombres de negocios y banqueros. Los títulos nobiliarios habían sido otorgados a las familias que poseían las mayores fortunas y no a las que eran de sangre azul. No es que aquello tuviera nada de malo, pero, a diferencia de Europa, en la tierra de la libertad no había flores ni duques ni príncipes.
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