El secreto de Helena de Lucinda Riley
No me extraña que las mujeres se burlen de los hombres por no "conectar" con sus emociones ¿Cómo vamos a conectar si ni siquiera nos dejan enviar una carta a nuestros sentimientos y no digamos llamarlos por teléfono o -horror de los horrores- visitarlos en persona, permitiendo así que se abran nuestros conductos lagrimales.
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