Desde el otro lado de Lourdes Tello
—No puedo utilizarla. —Es el cuerpo más sencillo de dominar de toda la planta y no le harás daño, recuerda que, por el contrario, es su cuerpo el que puede tentarte a no salir. |
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Desde el otro lado de Lourdes Tello
—No puedo utilizarla. —Es el cuerpo más sencillo de dominar de toda la planta y no le harás daño, recuerda que, por el contrario, es su cuerpo el que puede tentarte a no salir. |
Mi vida entre manzanas rojas : Thriller romántico de Lourdes Tello
—Ellas son parte de mi vida, de una manera u otra las manzanas han estado presentes a lo largo de mi existencia y, por eso, cuando abrí la cafetería decidí que me especializaría solo en dulces en los que pudiera añadirlas.
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Mi vida entre manzanas rojas : Thriller romántico de Lourdes Tello
—Empiezo a confundir nuestras reuniones con los cuentos de la mil y una noches. ¿Piensas acabar conmigo cuando termine de narrar mi historia o seré tu Sherezade? —ironizó Victoria, mirándolo de reojo sin llegar a sonreír.
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Mi vida entre manzanas rojas : Thriller romántico de Lourdes Tello
La repostería es una profesión dura, requiere mucho sacrificio y constancia, y no entiende de sábados o domingos; por lo que, tal y como sucedió esta mañana, ese día tuve que levantarme muy temprano para ir a trabajar.
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Desde el otro lado de Lourdes Tello
—Hoy, amor mío, te juro que nuestro amor será eterno y que nuestras almas permanecerán unidas, puesto que no permitiré que ni tan siquiera la muerte logre separarlas.
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Mi vida entre manzanas rojas : Thriller romántico de Lourdes Tello
En mi interior sabía que algo no estaba bien, que no debí hacerlo, pero le amaba tanto que no podía pensar en proseguir sin él.
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Mi vida entre manzanas rojas : Thriller romántico de Lourdes Tello
—La vida es una gran lotería en la que cada uno jugamos el boleto que nos toca, y yo creo que en esta ocasión poseo el ganador.
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Desde el otro lado de Lourdes Tello
«Esto tiene que ser un sueño, no es real, cuando uno se muere se acabó, se va a otro lugar no al hospital. ¡No puede ser! No podemos haberla fastidiado de esta forma. Tú no tienes nada pendiente en este mundo y ¡joder!, el haberle echado tinte azul en el pelo a la estúpida de Gloria en bachiller no puede hacerte perder la entrada al cielo».
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Desde el otro lado de Lourdes Tello
«¡Mierda! Esto no está bien y lo reconozco, me estoy empezando a poner histérica. Si he muerto, ¿dónde está Ethan? No puedo creer que él haya conseguido su plaza en el cielo. No, no, no. No puede ser, en tal caso él habrá ido al infierno, te quitó el puesto ¿no recuerdas?», se dijo.
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Desde el otro lado de Lourdes Tello
¿Has escuchado hablar de mí? Sí, seguro que sí. Soy más vieja que el propio mundo. Unos me conocen como la Parca; otros, como la Muerte, la Fría, la Pelona… Da igual el lugar del mundo en el que te halles puesto que en todos ellos, antes o después, sus habitantes me encuentran. |
La edad de la inocencia