Se ofrece musa a tiempo parcial de Lorraine Cocó
William tragó saliva inconscientemente ante la imagen que se recreó en su mente. Por suerte, ella no se dio cuenta porque ya había comenzado a caminar dos pasos por delante de él. La siguiente media hora apenas cruzaron un par de palabras, concentrados ambos en degustar sus deliciosos helados. Un sorprendido Will vio cómo ella lo terminaba hasta la última gota. Cuando ya no quedó rastro del mismo, no satisfecha del todo, se comió también la galleta del cucurucho. |