Divina Condena de Lorena Escudero
(...) qué era lo que la hacía parecer tan vulnerable. Elsa ocultaba algo, en ese momento lo supo: bajo esa fachada de descaro, alegría y frivolidad se escondía una chica tierna, una a la que costaba mucho ver. Sin embargo supo que, en esos momentos, debía tener paciencia y conseguir que cayera rendida a sus pies. Sería el tiempo el que le ayudara a desvelar quién era ella en realidad.
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