Castigo Divino de Lorena Escudero
(…) Estaba perdido, Alma –volvió a mirarme con ojos llorosos–, pero ahora sé cuál es mi destino, eres tú. No importa lo que haga, no importa lo que intente hacer para olvidarte, no funcionará. Cuando quieres a alguien así, es para siempre. Y estoy decidido a luchar por ello. Voy a plantar cara. Conseguiré que me quieras aunque sea lo último que haga, lo prometo.
|