Divina Condena de Lorena Escudero
Que Zeus y todos sus secuaces se pudrieran en las alturas. Esta mujer iba a ser suya. Y no solo en cuerpo, también en espíritu...
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Divina Condena de Lorena Escudero
Que Zeus y todos sus secuaces se pudrieran en las alturas. Esta mujer iba a ser suya. Y no solo en cuerpo, también en espíritu...
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Divina Condena de Lorena Escudero
(...) qué era lo que la hacía parecer tan vulnerable. Elsa ocultaba algo, en ese momento lo supo: bajo esa fachada de descaro, alegría y frivolidad se escondía una chica tierna, una a la que costaba mucho ver. Sin embargo supo que, en esos momentos, debía tener paciencia y conseguir que cayera rendida a sus pies. Sería el tiempo el que le ayudara a desvelar quién era ella en realidad.
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Divina Condena de Lorena Escudero
El cálido aliento de él le rozó la cara, pero sus ojos, aquellos pozos verdes dilatados por el deseo, parecieron ver su alma. (...) Era la primera vez que le pasaba con un chico, pero se sentía superada, tímida e incluso poca cosa.
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Castigo Divino de Lorena Escudero
(…) Sentí cómo una lágrima comenzaba a resbalar por mi mejilla. ¿Cabía la posibilidad de que ella fuera feliz? ¿Sin mí? ¿Cómo podía ser eso? ¿Estaba yo dispuesto a dejarla marchar y subordinar mi felicidad a la suya? Es más, ¿sería capaz de hacerlo?
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Castigo Divino de Lorena Escudero
(…) Estaba perdido, Alma –volvió a mirarme con ojos llorosos–, pero ahora sé cuál es mi destino, eres tú. No importa lo que haga, no importa lo que intente hacer para olvidarte, no funcionará. Cuando quieres a alguien así, es para siempre. Y estoy decidido a luchar por ello. Voy a plantar cara. Conseguiré que me quieras aunque sea lo último que haga, lo prometo.
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¿En que trabaja Kote?