Un beso de chocolate en Navidad de Lorena Concepción
Si lo pensaba detenidamente, todo esto estaba siendo una locura, no lo conocía. Solo sabía que tenía una chocolatería y que hacía el mejor chocolate que había probado jamás y que se llamaba Klaus. No sabía nada más y allí estaba, usando su ducha, su ropa y su casa como si lo conociera de toda la vida. A decir verdad parecía que así fuera. Esto era raro.
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