La cruz de madera de Lola Solana
El amor hace a las personas tan fuertes que ningún viento las puede arrastrar, por muy fuerte que sople. Pero, cuando desaparece la persona amada, la otra se vuelve débil y cualquier brisa puede tumbarla.
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Calificación promedio: 5 (sobre 5 calificaciones)
/14/03/19. Presentación del libro La cruz de madera, de la autora Dolores Solana. Lolita Roda, una alegre joven de Sevilla, vio cómo toda su vida saltaba en mil pedazos en 1936. Aquel fatídico año lo perdió todo. Familia, casa, amigos? Y ante sus preguntas solo recibió un amargo silencio. Así empezó a escribir su historia. La historia de una traición. Que a nadie importó y nadie leyó? Hasta hoy. La traición que sufrió su marido, el prestigioso general católico y moderado Miguel Campins. Campins fue nombrado Gobernador Militar de Granada el 10 de julio de 1936. Cuando se produjo el levantamiento, en un primer momento se manifestó fiel a la República, pero poco después declaró el estado de guerra como el general Queipo de Llanos le pedía desde Sevilla. A pesar de ello, y de que era amigo íntimo de Francisco Franco, fue fusilado por el bando nacional acusado de rebelión militar. Eran las seis y media de la mañana del 16 de agosto de 1936. Ni unos ni otros han querido saber de él, considerándolo ambos un traidor. Lola Solana, su nieta, que tampoco conoció a Lolita Roda, ha decidido escribir lo que se imagina que ella escribía hace casi un siglo. ?Siento que me dicta las palabras, estamos juntas, nos tocamos, somos una. Ella me transmite toda su fuerza. Fuerza que espero os llegue a vosotros cuando leáis su historia?, asegura. Participantes: - Dolores Solana, autora. - Luis Vicente Muñoz, Consejero Delegado de Capital Radio. - Carmen Fernández de Blas, Directora Editorial de la Esfera de los Libros. Contenido bajo licencia Creative Commons "Atribución- no Comercial-SinDerivadas 2.0 Genérica
La cruz de madera de Lola Solana
El amor hace a las personas tan fuertes que ningún viento las puede arrastrar, por muy fuerte que sople. Pero, cuando desaparece la persona amada, la otra se vuelve débil y cualquier brisa puede tumbarla.
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La cruz de madera de Lola Solana
Que sea la última vez que te avergüenzas de lo que tienes. Nunca te achiques ni por tu casa ni por tu familia ni por tu dinero. Ni trates de aparentar más de lo que eres
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La cruz de madera de Lola Solana
No había sido la lucha de un bando contra otro: había sido la lucha de los dos bandos contra sí mismos.
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La cruz de madera de Lola Solana
Llevaban dos años luchando, se sentían patriotas. A su manera, sin embargo, había dejado de importarles la patria. La patria, ¿de quién? ¿Para quién? De qué servía defender la patria si al hacerlo no se defendían los valores y los principios cristianos, si no se defendía la vida.
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La cruz de madera de Lola Solana
Pero la felicidad a veces es tan etérea, delicada y frágil como una pompa de jabón, una pompa que flota de un lado a otro movida por ligeros soplos de viento, que, cuando por fin quieres tocar e intentas retener, desaparece, dejando solo el recuerdo de lo que fue
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La cruz de madera de Lola Solana
La vida es ese espacio entre dos tiempos: el tiempo que has vivido y el que te queda por vivir.
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La cruz de madera de Lola Solana
Pero es de todos conocido que las preguntas comprometedoras, las cuestiones incómodas, solo originan silencios violentos, silencios que pueden ser más crueles que la más dura de las contestaciones
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La cruz de madera de Lola Solana
Nunca nadie sabe por qué, pero, si un corazón se mueve cerca de otro, tira de él como si estuvieran unidos en la distancia por una cuerda invisible.
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La cruz de madera de Lola Solana
No hay que concederle nunca espacio a las dudas, a las suposiciones; solo sirven para hacerse heridas que luego te costará curar.
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La edad de la inocencia