La Pequeña Comunista Que No Sonreía Nunca de Lola Lafon
Se inmoviliza un instante en vertical sobre la barra más alta. Un triángulo rectángulo que evoluciona hacia el isósceles, luego una i, una línea de silencio, contengamos la respiración, el ejercicio de geometría está a punto de terminar, Nadia anuncia su salida, la espalda se redondea, las rodillas bajo el mentón para un doble mortal que sólo está al alcance de los chicos, creíamos que asistíamos al ejercicio de una sílfide y de pronto toma prestado de los hombres y les inflige la paliza de su vida.
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