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/Desde siempre me gusta dibujar, así que poco a poco empecé a crear mis propias historias y dibujarlas desde muy niña. Sin embargo, siempre lo consideré un hobby, ya que a mi alrededor los profesores me decían que no se me ocurriese estudiar arte, que no tenía salidas. Pero cuando estudiaba bachillerato (Ciencias Sociales), me dí cuenta de que no me gustaba nada y lo pasaba bastante mal, así que decidí cambiarme al de Artes Plásticas e intentar buscar algo que tuviese salidas pero me permitiera ser creativa. Eso tampoco funcionó, pues mientras me encontraba haciendo un ciclo de interiorismo me sentía frustrada, aunque era algo que se me daba bien, no lo disfrutaba. Así fue como dejé ese ciclo y decidí entrar en alguno de Ilustración o Cómic. También fue el momento en el que comencé un webcomic por Internet, simplemente por diversión, pero conocí a gente increible. Apenas unos años después la escuela de Arte de Granada inauguraba el primer ciclo de Cómic Público y me fuí a echar solicitud de cabeza. Conocí a muchas personas interesantes, comencé a asistir a algunos eventos, a realizar fanzines e incluso a asistir a reuniones con editores.
Rubén comenzó haciendo una pequeña prueba para el proyecto de DADA, pero sentía que su color no era el adecuado para la historia, así que me pidió ayuda a mí para colorear su prueba, y yo por supuesto estaba encantada de ayudarle. Finalmente parecía que mi color encajaba muy bien con su dibujo y se decidió que yo fuese la colorista del proyecto.
Actualmente estoy trabajando en proyectos como única autora, es decir, por mi parte realizo el guión, el dibujo y el color, o en algunas ocasiones tramas. Ahora mismo me encuentro a la espera de saber más detalles sobre un proyecto que parece que sí que ha interesado a una editorial. Mientras tanto, hago pequeños encargos como ilustradora y estoy con los últimos detalles para tener listo otro proyecto para enviar a editoriales. Y ya estoy pensando en el siguiente que voy a comenzar a escribir.
En mi caso, no puedo hablar de libros literarios, sino de cómics. Como tal, hay muchas obras que me gustan y me inspiran, así que no creo que pudiese decidirme por una sola. Cuando dibujé lo que yo considero un cómic, con sus viñetas medianamente bien ordenadas y eso, yo ni siquiera tenía cómics en casa, ya que en mi pueblo no había librerías especializadas. Así que recuerdo ver el anime de la época en la televisión y querer crear yo mis propias historias.
Realmente admiro a muchos autores, de cada uno de ellos puedes aprender muchas cosas, y es cierto que cuando los miro de cerca, más de lo que debería, se pasa por mi cabeza el pensamiento de «yo nunca voy a conseguir llegar a esto», pero nunca he pensado en dejar de crear por algo así. Si que me he planteado dejar de crear por el pensamiento de «yo no tengo nada nuevo que aportar a este mundo». Pero al fin y al cabo, a mi me gusta crear historias y eso es lo importante.
Como obra que yo sentía que iba más allá y me dejaba muy rara después de leerla, las obras de Inio Asano, en mi estantería están todas las obras que se licencian aquí de él. Pero tengo muchos autores que me gustan y también compro todo lo que se licencie aquí. Hay muchos autores que realizan obras más enfocadas a niños y son maravillosos, o de aventuras, amor, autobiográficas, puro entretenimiento y las cuales puede que no tengan un mensaje súper profundo, pero tienen el mismo valor y son igual de maravillosas que las que sí lo tienen. No sabría muy bien cómo describir o con que medir una gran obra, creo que todas a su manera lo son.
Solanin, de Inio Asano. Una obra que habla sobre la crisis en la juventud, cuando terminas de estudiar y tienes que decidir qué camino debes seguir.Mi experiencia lesbiana con la Soledad, de Kabi Nagata. Una obra que para mí, habla sobre todo de una depresión.
No he leído Maus, de Art Spiegelman.
Realmente no considero que ninguna obra esté sobre-valorada, si nos limitamos a pensar o etiquetar algo como sobre-valorado porque ha gustado a muchas personas, pero no es de nuestro agrado, solo significa que no es una historia para nosotros o no estamos viendo lo que se quería expresar con ella. Considero que hay lugar y un público para todo tipo de obras.
No sé si gustará a todo el mundo, porque todos somos diferentes, pero me gustó mucho El príncipe y la modista de Jen Wang.
Kabi Nagata dijo en una de sus obras «un profesional es el que hace lo que puede». Y la verdad, me gustó mucho esa frase, porque supongo que venía a decir que no hay un nivel mínimo al que tengas que llegar, no por hacer las cosas de forma más sencilla o simplemente a tu manera significa que no seas profesional. A fin de cuentas, estás haciendo todo lo que puedes. No por dibujar de una forma u otra o contar un tipo u otro de historia vas a ser más o menos profesional que otro autor.
Pues me encuentro leyendo un libro sobre teoría del guión. Pero en cuanto a cómics se refiere, hay varias obras que publican contenido a través de la aplicación Manga Plus de Shueisha que llevo al día, como Boku no Hīrō Academia, de Kōhei Horikoshi. También estoy leyendo Chan Prin, de las Xian Nu Studio y En un rayo de sol, de Tillie Walden.
¿A quien baila Raquel en la fiesta en la casa de los hidalgo?