Amor en la tarde de Lisa Kleypas
—No hace falta que se disculpe por encontrarme antipática —lo tranquilizó ella—. Sólo por ser descortés. —Grosero —la corrigió—. Y no es cierto. —¿El qué? —le preguntó ella con el ceño fruncido. —Que la encuentre antipática. Me refiero a que no la conozco lo suficiente como para que me resulte simpática o antipática. —Capitán —replicó Beatrix—, estoy segura de que cuantas más cosas descubra sobre mí, más antipatía me profesará. Por lo tanto, vamos a ahorrarnos tiempo y admitir ya que no nos soportamos, así nos evitaremos la parte intermedia. Su actitud era tan sincera y directa que a Christopher le hizo gracia. —Me temo que no puedo complacerla —dijo. —¿Por qué no? —Porque después de escucharla decir eso, resulta que ha empezado a caerme bien. —Se le pasará —le aseguró ella. El tono convencido de su voz estuvo a punto de arrancarle una sonrisa. —La verdad es que la cosa empeora por momentos —comentó—. Ahora estoy segurísimo de que me gusta. |